sábado, 13 de febrero de 2016

El golpista - El caracazo XI

— Zecoto, compadre — dijo Orive —, la situación parece controlada y los hombres del  grupo empiezan a dispersarse. Es hora de que dejemos este desastre y volvamos a casa. Ésta no es una protesta como la vivida otras veces, es un gran acto de vandalismo del que no va a salir nada bueno. Hay que desaparecer de aquí.
—Juan de la Cruz — dijo Zecoto —, ya no hay tiempo. Mira a todas partes; los soldados están rodeando la zona; están saliendo de cada esquina ¡Corre por lo que más quieras! ¡Tratemos de escapar!
Mientras corríamos empezaron los disparos. Los hombres caían a nuestro alrededor. Al doblar una esquina, un grupo de soldados nos dieron el alto; levantamos los brazos y caímos de rodillas. Tuvimos suerte, no nos dispararon y, junto con otros hombres, fuimos montados en un camión del ejército. Cuando terminó la operación en la zona, el camión, repleto a rebosar de detenidos, partió hacia nuestro ignorado destino, mientras los soldados nos hacían objeto de su desprecio.
— ¿Qué pensabais que ibais a hacer, pendejos? ¿Trasladar a vuestros miserables ranchitos el botín de los saqueos? Vosotros ya no vais a poder hacerlo y vuestros ranchitos van a desaparecer enteros, y con vuestras familias dentro. Vais a pagar por los compañeros muertos en las revueltas.
Los soldados nos humillaron, nos golpearon, se burlaron de nosotros todo lo que duró el trayecto hasta el recinto militar donde quedamos encerrados en salas no acondicionadas para contener el número de personas que llegaban sin cesar en condiciones parecidas a las nuestras

¿Qué pensarán hacer con nosotros? —reflexionó Oribe —. Los soldados ya nos han dado alguna pista en el camión. Ahora, lejos de la tensión que vivía en la calle pienso en Tibisay, en mis hijos. Ahora entiendo en la locura en la que me he metido ¿Qué podía arreglar yo? ¿Qué pasará en mi ranchito? Tibisay, perdóname, te he fallado. Nos esperan tiempos duros y no sé si volveré a verte. Vas a tener que cuidar tu sola de nuestros hijos ¿Cómo te puedo hacer saber dónde me encuentro, si yo mismo no lo sé? 

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