Felipe
ha sido, sin pretenderlo, protagonista de un hecho significativo. Un domingo
por la tarde, aprovechando la hora de la visita, ha salido del hospital. Se
había puesto de acuerdo con otro compañero para ir al Cine San Carlos, solo
había que cruzar la calle, simplemente deseaba, después de mucho tiempo de
aislamiento, ver una película del oeste.
Cuando
la visita se fue, sor Ramona, con su olfato característico, se vino derecha a
mí y me preguntó.
─
¿Dónde está Felipe?
Le
mentí de la mejor manera que pude, pero no se dejó engañar.
─
El otro compañero tiene pase para salir, dijo, Felipe no, y se va a arrepentir.
Sor
Ramona me acusó de mentiroso y encubridor y dio orden en portería para que no
le dejasen entrar cuando volviese o que, al menos, le hiciesen “sudar tinta”
antes de permitirle la entrada ¡Y lo hicieron! Tuvieron a Felipe implorando
e impidiéndole la entrada durante un
buen rato. A la mañana siguiente, al
pasar la visita médica, el doctor, con un tono sarcástico le dijo:
¾
«Bueno don Felipe, como parece que está usted muy bien, le vamos a dar el alta»
y, sin más, le pusieron en la calle. Tal era el poder de Sor Ramona.
En
la siguiente eliminatoria, al Athletico de Bilbao le ha tocado eliminarse con
el Manchester United. Tras dos memorables partidos, el Bilbao ha caído
eliminado. El Manchester es uno de los mejores equipos de Europa.
La mayoría de los habitantes de la sala se fueron, de una
u otra forma, y yo, también me fui, sin que se resolviera mi problema. El
insigne profesor, tras seis meses de internamiento inútil, experimentó conmigo
una de sus genialidades ¡Por poco me manda al otro barrio! Una mañana de
jueves, al hacer la visita de la sala y parar ante mi cama contó una historia:
La mayoría de los habitantes de la sala se fueron, de una
u otra forma, y yo, también me fui, sin que se resolviera mi problema. El
insigne profesor, tras seis meses de internamiento inútil, experimentó conmigo
una de sus genialidades ¡Por poco me manda al otro barrio! Una mañana de
jueves, al hacer la visita de la sala y parar ante mi cama contó una historia:
─ Parece que, en estos casos, si el paciente
padece el sarampión, la enfermedad mejora. En la clínica, se ha presentado un
niño con sarampión, le hemos metido en la cama con otro niño en la misma
situación que éste, le ha contagiado el sarampión y le ha bajado la tasa de
albúmina.
— Ja, ja, ja — Todos los médicos
han reído la genialidad y la gracia del gran jefe.
La idea de simular el proceso infeccioso se puso en
práctica inyectándome dosis mínimas de una vacuna en vena. La poca habilidad en
la ejecución por parte de médicos internos hizo que solo la cuarta dosis
tuviese efecto y de forma exagerada. Las otras dosis se habían perdido y, en
ésta, la reacción fue excesiva. La temperatura me subió a 40 º, cuando solo
querían provocarme unas décimas, orinaba sangre pura, vomité hasta la primera
papilla y pasé unos días al borde de la muerte. Sor Avelina, cuando hacía la
ronda a primera hora de la mañana, poniendo termómetros y tomando el pulso, me
trataba con mucho cariño y daba ánimos a mi madre que, a esas horas, ya se
había colado en el hospital.
Cuando pasó la crisis, les faltó tiempo para darme la
boleta ─ el alta, dijeron ─. Un tratamiento y a casa. Por casualidad, todos
estábamos de acuerdo; yo ya le había pedido a mi madre que me sacara de allí
porque estaba harto de ver morir gente
frente a mí y, ella, estaba deseando llevarme a casa. Nunca volví allí a que
hicieran el seguimiento de la enfermedad.
Ya estoy en mi casa de nuevo con mi grande y vieja
radio. Diego Valor, Dos hombres buenos, los seriales, la
Cabalgata fin de semana y ¡el fútbol! En las semifinales de la Copa de
Europa al Real Madrid le ha tocado
enfrentarse con el Manchester United. Después de haber eliminado al Bilbao se
teme mucho al equipo inglés, pero el Madrid, en dos buenos partidos, pasa la
eliminatoria después de ganar 3-1 en Madrid y empatar 2-2 en Manchester. ¡Ya
solo queda la final!
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