Lamentablemente, veo que nos seguimos poniendo en la disyuntiva entre el "suicidio colectivo" o el "sálvese quien pueda"; me refiero, específicamente, a dirigentes e instituciones nacionales e internacionales que están eligiendo, claramente, la segunda de las disyuntivas: La unidad de acción brilla por su ausencia, la voluntad de conseguirla tampoco aparece por ninguna parte, la insolidaridad campa por doquier, la decisión de hacer negocio con las carencias de los otros es evidente, etc., etc.
Las instituciones de la "Unión"Europea están jugando con fuego al ser incapaces, hasta el momento, de decidir sobre temas de los que depende la continuidad de la propia idea de Europa. Ya hace tiempo que existen movimientos, fuerzas centrifugas, que pretenden la desintegración de la UE. Trump, el Brexit, la oposición de algunos países del Este, Italia, aunque, no en este momento..., forman parte de este movimiento. Sospecho que, en España, también está creciendo esa tendencia, al menos, entre los representantes del partido mas a la derecha, lo que, en mi humilde opinión, nos llevaría al desastre.
Es por eso que pienso que, si de esta crisis no sale reforzada la idea fundacional de la UE., Europa, como tal, desaparecerá. Europa y todos y cada uno de los países que forman parte de ella, deberían ser conscientes de la situación y ponerse urgentemente a la tarea de realizar los cambios necesarios en las Instituciones y en las ideas, que hagan que Europa y su forma de vida se mantengan, primero, para sobrevivir, y segundo, para servir de contrapeso a los colosos que intentan impedir que ambos conceptos desaparezcan.
Para terminar con un tono más esperanzado, quiero exaltar los ejemplos que nos dan personas y colectivos que, en nuestro país, están poniendo en riesgo sus vidas por intentar salvar las de los demás y que, cada día, reciben el aplauso de la gente de la calle en reconocimiento por dicho sacrificio.
domingo, 29 de marzo de 2020
viernes, 27 de marzo de 2020
La incógnita de china y otras nimiedades
Napoleón, dicen que
pronunció la frase: “cuando China despierte…el mundo temblará”. No sé en qué pensaba cuando lo dijo, pero la
respuesta ya la estamos recibiendo. Después de ochenta y cinco años de
revolución, “Larga marcha”, hambre, libro rojo, cambios de estrategia, liberalizaciones
económicas, industrialización y con una cantidad ingente de mano de obra, además,
muy barata, la incógnita de China se ha despejado.
China ha eclosionado, como por sorpresa, convirtiéndose en
una potencia industrial imprescindible para el funcionamiento de un gran
número de países del mundo occidental. Además, lo ha conseguido aprovechándose
de la propia filosofía capitalista: abaratando los costes fabricación de los
productos que estos venden, obteniendo, así, mayores márgenes de beneficio,
aunque sea a costa de desindustrializarse ellos mismos.
En paralelo con esta estrategia, se han convertido en
líderes en tecnologías de la comunicación, energía solar, tecnología espacial,
etc., etc., haciendo la competencia en estos campos a las mismas empresas de
los Estados unidos.
En la actual crisis sanitaria, parece que han sabido dar una
respuesta adecuada a la misma, convirtiéndose, en este momento, después de
controlarla, en los proveedores de elementos básicos, para países que no han
tenido la mínima previsión ante esta situación y que hasta hace poco tiempo,
miraban a China y a los chinos, por encima del hombro.
Ahora, ante una economía de guerra, como la que enfrentamos, nos damos cuenta de nuestras carencias. Muchas preguntas y reflexiones deberían hacerse a partir de
esta situación. Tanto políticas, como económicas.
Al llegar a este punto de la reflexión, he recordado un evento al que asistí hace un tiempo.
Creo que fue hace unos 10 años. Fue una comida de trabajo organizada por la AED de Madrid. Al terminar la exposición del ponente, le hice una pregunta.
Por un lado le dije que el proceso de globalización me había parecido un engaño. Nos lo habían vendido como un sistema que aumentarían la competencia y la competitividad de las empresas, etc., etc., pero que, en la práctica, en base a compras, fusiones y absorciones ejecutadas por las empresas más poderosas, sobre sus competidoras, se había producido el fenómeno contrario; había desaparecido la competencia y se había aumentado y concentrado el poder en unas pocas que, de esta manera, controlarían a su antojo las condiciones del mercado. Hay muchos sectores económicos que está controlados de esta manera
En cuanto a su exposición sobre el devenir en el mundo futuro de las empresas y la economía, le dije que estaba de acuerdo en que así sería. La pregunta era que, teniendo en cuenta la reflexión anterior y la exposición que él acababa de hacer, como se iba a poder responder al problema social que esa situación iba a suponer y que, en realidad, ya estaba suponiendo.
La respuesta fue: "pagando un 30% o un 40$ de IVA, que era el único impuesto que funcionaba.
Esta opinión, produjo un murmullo de sorpresa y desaprobación en un auditorio compuesto, mayoritariamente, por empresarios y periodistas. El ponente dijo entonces: "pues si no es así, estaremos abocados a una segunda revolución francesa"
Uno de los presentes, haciendo una broma, preguntó ¿con guillotina o sin guillotina? la respuesta fue: "las revoluciones, siempre son con guillotina"
Bien, esto no es mas que una anécdota y no se si la solución propuesta sería la adecuada. Lo que sí sé, es que la situación actual, como otras anteriores, nos están pidiendo tomarlas muy en cuenta para replantearnos nuestro sistema de vida, nuestros presupuestos y nuestras prioridades, con el fin de conseguir una sociedad con menos contradicciones. No podemos seguir recibiendo mensajes contradictorios, en función del día de la semana o de los intereses particulares de alguien. Los dirigentes de las instituciones, a nivel mundial, ni que decir de los nuestros, deberían trabajar para crear las condiciones que impidan que, en cuanto pase el miedo inmediato, sigamos corriendo, como pollos sin cabeza, en pos de cometer los mismos errores que nos llevan al "suicidio colectivo" o al "sálvese" el que pueda.
jueves, 26 de marzo de 2020
El virus II
Durante los últimos años, he tenido, y tengo, una fuerte dependencia de la Seguridad Social. Hace 16 meses me hicieron un trasplante renal en el Hospital Ramón y Cajal y previamente, estuve realizando en casa el proceso de diálisis peritoneal; durante todo ese tiempo, he recibido una excelente atención, tanto médica, como personal.
Quiero, en este difícil momento para todos y en particular para el personal sanitario, enviar un fuerte abrazo, mi aplauso y mi agradecimiento para todos ellos y, en especial, para tod@s los componentes de los servicios de Nefrología y Urología.
P.D. Lamento infinito las condiciones en las que tienen que realizar su trabajo, por la ineptitud y la falta de previsión de las autoridades sanitarias, tanto autonómicas como del gobierno central. Espero que esta experiencia sirva para corregir, en el futuro, los errores cometidos durante los últimos años.
Quiero, en este difícil momento para todos y en particular para el personal sanitario, enviar un fuerte abrazo, mi aplauso y mi agradecimiento para todos ellos y, en especial, para tod@s los componentes de los servicios de Nefrología y Urología.
P.D. Lamento infinito las condiciones en las que tienen que realizar su trabajo, por la ineptitud y la falta de previsión de las autoridades sanitarias, tanto autonómicas como del gobierno central. Espero que esta experiencia sirva para corregir, en el futuro, los errores cometidos durante los últimos años.
domingo, 15 de marzo de 2020
El virus
La epidemia, pandemia...etc., que estamos padeciendo, pone en evidencia lo que, de una manera difusa, me preocupa desde hace ya tiempo. Tengo la sensación de que estamos viviendo en el filo de la navaja, huyendo hacia adelante como pollos sin cabeza, tratando de ignorar realidades que nos molestan y no queremos ver.
Con esto no quiero referirme, solo, a nuestro país, sino a una realidad global. Nadie parece dispuesto a pararse a reflexionar sobre que la situación en la que vivimos, de desigualdad social que se agrava constantemente, que no se puede mantener indefinidamente y, aunque, de vez en cuando, se producen sacudidas o movimientos telúricos, como paso hace pocos años con la crisis financiera, que nos avisa, no hacemos caso.
Entonces, parecía que se hacían propósitos de modificar de forma drástica ciertos errores cometidos, pero nada de eso sucedió. al contrario, en cuanto paso un poco el miedo, nos lanzamos a recuperar la misma situación, a cometer los mismos vicios y los mismos errores, que nos habían llevado a aquel desastre. Es más, en lugar de ser conscientes de que las soluciones, si las hay, se tienen que acometer conjuntamente, se está produciendo un movimiento contrario, una fuerza centrífuga que trata de obligarnos a esta huida, que no nos lleva a ninguna parte donde, cada cual, trata de ponerse a salvo individualmente.
Ahora, esta nueva crisis, que sí, esta vez era absolutamente imprevisible, pone, de nuevo ante el espejo, las debilidades que padecemos. Vivimos, como dije al principio, al filo de la navaja, sin márgenes de seguridad; cualquier contingencia, y ésta es grave, nos desarma. Un ejemplo, simple, aunque didáctico, es el de la falta de mascarillas, de kits de protección individuales para nuestros profesionales sanitarios. Elementos que no deben necesitar de una inversión importante y que sí era previsible, desde hace unas semanas, que se fueran a necesitar.
Ayer oí, en la radio que, en Bélgica, había una gran escasez de mascarillas, y que, en el puerto de Trieste, había una carga de ellas para enviarlas, pero que el barco no salía, porque el proveedor exigía su pago por adelantado y el gobierno belga ponía dificultades para hacer el pago. No parecía ser una fake news y es un buen ejemplo de la situación.
Vivimos en una sociedad contradictoria. Todos exigimos buenos servicios, pero no todos estamos dispuestos a pagar impuestos. En nuestro país, tenemos una deuda exagerada que, cuando pase esta crisis sanitaria, veremos en cuanto se habrá incrementado. Lamentablemente, pienso que en mucho. Me pregunto donde estará el límite y me temo que será, cuando alguien, que no sabemos quien será, ni cuándo ni donde estará, una mañana se levante de mal humor, diga ¡Basta! y cierre el grifo.
La parte esperanzadora de la situación, es ver que siempre hay gente que se vuelca, poniendo en riesgo su propia salud, que no piensa en especular y trabaja sin tener en cuenta horarios ni familia, poniendo al servicio de la sociedad sus conocimientos y su trabajo para resolver el problema, pero, no nos engañemos, no serán ellos quienes se lleven la recompensa por ese trabajo; serán otros los que salgan en la foto y se lleven el fruto de su sacrificio. En ese momento se producirán los castigos a los inocentes, los premios a los culpables y las condecoraciones a los no participantes.
Con esto no quiero referirme, solo, a nuestro país, sino a una realidad global. Nadie parece dispuesto a pararse a reflexionar sobre que la situación en la que vivimos, de desigualdad social que se agrava constantemente, que no se puede mantener indefinidamente y, aunque, de vez en cuando, se producen sacudidas o movimientos telúricos, como paso hace pocos años con la crisis financiera, que nos avisa, no hacemos caso.
Entonces, parecía que se hacían propósitos de modificar de forma drástica ciertos errores cometidos, pero nada de eso sucedió. al contrario, en cuanto paso un poco el miedo, nos lanzamos a recuperar la misma situación, a cometer los mismos vicios y los mismos errores, que nos habían llevado a aquel desastre. Es más, en lugar de ser conscientes de que las soluciones, si las hay, se tienen que acometer conjuntamente, se está produciendo un movimiento contrario, una fuerza centrífuga que trata de obligarnos a esta huida, que no nos lleva a ninguna parte donde, cada cual, trata de ponerse a salvo individualmente.
Ahora, esta nueva crisis, que sí, esta vez era absolutamente imprevisible, pone, de nuevo ante el espejo, las debilidades que padecemos. Vivimos, como dije al principio, al filo de la navaja, sin márgenes de seguridad; cualquier contingencia, y ésta es grave, nos desarma. Un ejemplo, simple, aunque didáctico, es el de la falta de mascarillas, de kits de protección individuales para nuestros profesionales sanitarios. Elementos que no deben necesitar de una inversión importante y que sí era previsible, desde hace unas semanas, que se fueran a necesitar.
Ayer oí, en la radio que, en Bélgica, había una gran escasez de mascarillas, y que, en el puerto de Trieste, había una carga de ellas para enviarlas, pero que el barco no salía, porque el proveedor exigía su pago por adelantado y el gobierno belga ponía dificultades para hacer el pago. No parecía ser una fake news y es un buen ejemplo de la situación.
Vivimos en una sociedad contradictoria. Todos exigimos buenos servicios, pero no todos estamos dispuestos a pagar impuestos. En nuestro país, tenemos una deuda exagerada que, cuando pase esta crisis sanitaria, veremos en cuanto se habrá incrementado. Lamentablemente, pienso que en mucho. Me pregunto donde estará el límite y me temo que será, cuando alguien, que no sabemos quien será, ni cuándo ni donde estará, una mañana se levante de mal humor, diga ¡Basta! y cierre el grifo.
La parte esperanzadora de la situación, es ver que siempre hay gente que se vuelca, poniendo en riesgo su propia salud, que no piensa en especular y trabaja sin tener en cuenta horarios ni familia, poniendo al servicio de la sociedad sus conocimientos y su trabajo para resolver el problema, pero, no nos engañemos, no serán ellos quienes se lleven la recompensa por ese trabajo; serán otros los que salgan en la foto y se lleven el fruto de su sacrificio. En ese momento se producirán los castigos a los inocentes, los premios a los culpables y las condecoraciones a los no participantes.
sábado, 7 de marzo de 2020
¡¡Ellas...!!
Intentar
escribir sobre la mujer ¡Que osadía! Que puedo decir sobre lo más bello, lo más
misterioso, lo más incomprensible, lo más perfecto, lo más inesperado, lo único
imprescindible…Cada día, a su lado, una emoción nueva y una sorpresa diferente,
― buena o mala, eso nunca se sabe ―. Pero ella es la vida…. Escribir sobre la
mujer... ¡Que osadía!
viernes, 6 de septiembre de 2019
Los principios II
Terminaba mi anterior comentario diciendo, el 17 de junio, que: "Y, lo peor, es que esto no acaba aquí. Vamos a sufrir todo este juego, hasta que el Parlamento elija al próximo Presidente de Gobierno".
Expresaba, además, mis dudas sobre que el odio y la desconfianza entre los líderes de los partidos, les permitieran llegar a algún mínimo acuerdo que hiciese que este país, al que tanto dicen querer y defender, pueda seguir adelante trabajando para enfrentar los difíciles retos que nos aguardan, ante los ataques a la unidad de Europa, la previsible recesión económica que nos anuncian, y que ya se está manifestando, y otros, como la emigración descontrolada, y la educación de los niños de este País. Precisamente en estos días, los editores denunciaban que han tenido que hacer 11000 versiones distintas de los libros de texto debido a las presiones recibidas de las diferentes Comunidades Autónomas. Como ejemplo, en Cataluña les han pedido que no aparezcan referencias a los Reyes Católicos, o, en Canarias, que pongan menos énfasis en los ríos. UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA, que se viene repitiendo desde el comienzo de nuestra, ya tan poco reciente democracia, sin que, ninguno de los gobiernos anteriores, haya hecho nada por evitarlo. La relación de temas pendientes, sería interminable.
Durante el tiempo que ha transcurrido desde el anterior artículo, unos dos meses y medio, estas previsiones se han confirmado plenamente; Una investidura de gobierno fallida, la conformación de gobiernos municipales y autonómicos, algunos con grandes dificultades: véanse los casos de La Rioja y Madrid.
En de La Rioja, todavía se está dilucidando, por el partido de Nosotras Podemos, quien ha de ser su representante en la única consejería que han obtenido, peleándose por la legitimidad de esa persona.
En el de la Comunidad de Madrid ya se están produciendo las primeras disensiones entre los socios, al aparecer nuevas imputaciones de corrupción referidas a personas pertenecientes a gobiernos anteriores del PP, y por la presunción de irregulares cometidas por la actual Presidenta de la Comunidad, por sus actuaciones anteriores a la llegada a la Presidencia en la defensa del patrimonio familiar.
Por supuesto, estas imputaciones de corrupción a políticos o familiares de los mismos, están siendo el tema principal de las declaraciones públicas de los representantes de los partidos, utilizándose como arma arrojadiza contra los contrarios. Todo esto, convenientemente jaleado por los medios afines a cada ideología. Nadie habla de los acercamientos necesarios para, por razón de Estado, alcanzar los acuerdos precisos, que demuestren su pretendido "amor" a España.
En todo caso, y ante la falta de un gobierno para la Nación, los representantes de los partidos de derechas "azuzan" al Presidente en funciones para que consiga los apoyos que le permitan acceder a un segundo intento de investidura entre sus partidos preferentes: véanse, en sus propias palabras, comunistas e independentistas. Si esto pasase, ya tendrían la base para su futura oposición: "Como siempre, el partido socialista forma gobierno con comunistas e independentistas como preveíamos" y, digo yo, le están obligando a hacer. La profecía cumplida, Decida lo que decida, al Presidente en funciones, le va a pillar el toro.
Por otra parte, el Presidente en funciones, se ha pasado el verano sin dar "un palo al agua" en la tarea pendiente de conseguir los apoyos necesarios para poder formar el futuro gobierno y sigue encastillado en formar un gobierno monocolor con no se sabe que apoyos y a que precio, y su "socio preferente" sigue empeñado en "tocar pelo" ocupando ministerios que manejen "pasta". La perspectiva, en mi humilde opinión, es ir a otras elecciones si no se llega al acuerdo, que probablemente, no cambiarían la correlación de fuerzas, con lo que seguiríamos en la misma situación o, si se llega a ese acuerdo, se formaría un gobierno en el que las desconfianzas mutuas lo harían descarrilar a las primeras de cambio. No sé cual de las dos opciones me da más miedo.
Ante esta situación, no me queda más remedio que volver a la tesis de mi artículo anterior: Estamos en manos de unos representantes que no están cumpliendo con su obligación, que sería hacer política. Están en las diferentes instituciones para vivir de la política, para medrar en la política, cosa que ya han demostrado algunos, subiéndose sus emolumentos, que ya es jeta, después de los meses que llevan sin dar un "palo al agua", y sin perspectiva de que tengan la más mínima intención de hacerlo.
Expresaba, además, mis dudas sobre que el odio y la desconfianza entre los líderes de los partidos, les permitieran llegar a algún mínimo acuerdo que hiciese que este país, al que tanto dicen querer y defender, pueda seguir adelante trabajando para enfrentar los difíciles retos que nos aguardan, ante los ataques a la unidad de Europa, la previsible recesión económica que nos anuncian, y que ya se está manifestando, y otros, como la emigración descontrolada, y la educación de los niños de este País. Precisamente en estos días, los editores denunciaban que han tenido que hacer 11000 versiones distintas de los libros de texto debido a las presiones recibidas de las diferentes Comunidades Autónomas. Como ejemplo, en Cataluña les han pedido que no aparezcan referencias a los Reyes Católicos, o, en Canarias, que pongan menos énfasis en los ríos. UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA, que se viene repitiendo desde el comienzo de nuestra, ya tan poco reciente democracia, sin que, ninguno de los gobiernos anteriores, haya hecho nada por evitarlo. La relación de temas pendientes, sería interminable.
Durante el tiempo que ha transcurrido desde el anterior artículo, unos dos meses y medio, estas previsiones se han confirmado plenamente; Una investidura de gobierno fallida, la conformación de gobiernos municipales y autonómicos, algunos con grandes dificultades: véanse los casos de La Rioja y Madrid.
En de La Rioja, todavía se está dilucidando, por el partido de Nosotras Podemos, quien ha de ser su representante en la única consejería que han obtenido, peleándose por la legitimidad de esa persona.
En el de la Comunidad de Madrid ya se están produciendo las primeras disensiones entre los socios, al aparecer nuevas imputaciones de corrupción referidas a personas pertenecientes a gobiernos anteriores del PP, y por la presunción de irregulares cometidas por la actual Presidenta de la Comunidad, por sus actuaciones anteriores a la llegada a la Presidencia en la defensa del patrimonio familiar.
Por supuesto, estas imputaciones de corrupción a políticos o familiares de los mismos, están siendo el tema principal de las declaraciones públicas de los representantes de los partidos, utilizándose como arma arrojadiza contra los contrarios. Todo esto, convenientemente jaleado por los medios afines a cada ideología. Nadie habla de los acercamientos necesarios para, por razón de Estado, alcanzar los acuerdos precisos, que demuestren su pretendido "amor" a España.
En todo caso, y ante la falta de un gobierno para la Nación, los representantes de los partidos de derechas "azuzan" al Presidente en funciones para que consiga los apoyos que le permitan acceder a un segundo intento de investidura entre sus partidos preferentes: véanse, en sus propias palabras, comunistas e independentistas. Si esto pasase, ya tendrían la base para su futura oposición: "Como siempre, el partido socialista forma gobierno con comunistas e independentistas como preveíamos" y, digo yo, le están obligando a hacer. La profecía cumplida, Decida lo que decida, al Presidente en funciones, le va a pillar el toro.
Por otra parte, el Presidente en funciones, se ha pasado el verano sin dar "un palo al agua" en la tarea pendiente de conseguir los apoyos necesarios para poder formar el futuro gobierno y sigue encastillado en formar un gobierno monocolor con no se sabe que apoyos y a que precio, y su "socio preferente" sigue empeñado en "tocar pelo" ocupando ministerios que manejen "pasta". La perspectiva, en mi humilde opinión, es ir a otras elecciones si no se llega al acuerdo, que probablemente, no cambiarían la correlación de fuerzas, con lo que seguiríamos en la misma situación o, si se llega a ese acuerdo, se formaría un gobierno en el que las desconfianzas mutuas lo harían descarrilar a las primeras de cambio. No sé cual de las dos opciones me da más miedo.
Ante esta situación, no me queda más remedio que volver a la tesis de mi artículo anterior: Estamos en manos de unos representantes que no están cumpliendo con su obligación, que sería hacer política. Están en las diferentes instituciones para vivir de la política, para medrar en la política, cosa que ya han demostrado algunos, subiéndose sus emolumentos, que ya es jeta, después de los meses que llevan sin dar un "palo al agua", y sin perspectiva de que tengan la más mínima intención de hacerlo.
lunes, 17 de junio de 2019
Los principios
En las últimas elecciones generales no voté. Lo siento, pero ninguno de los candidatos, ni sus partidos correspondientes, me daban la suficiente confianza ¿Alguien oyó, durante la campaña, alguna propuesta sobre: Educación, Energía, Administración territorial, Independencia judicial...? Algo sobre alguno de los problemas que sufren esos españoles que, según ellos, tanto les importan. Hace más de cuarenta años que no han sido capaces de llegar a un acuerdo sobre algo tan importante, como diseñar un Plan de Educación que tenga garantía de durar más de una legislatura ¿son así de incapaces,o es que ni se lo plantean?
Desde hacía bastante tiempo, había llegado a la conclusión de que estos señores no están en este circo para hacer política, sino para vivir de la política, para medrar en la política. En mi humilde opinión, son personas que entran en los partidos para medrar en ellos y hacer méritos para ir ascendiendo en en el escalafón hasta lograr entrar en el mejor lugar posible en las listas electorales y lograr, así, el objetivo propuesto ¡alcanzar el poder! No hay otra cosa. ¡Alcanzar el poder! para ellos y sus partidos. Para nada más. Solo ¡el poder por el poder? y disfrutar de un "sueldito" muy "apañao", y hacer que sus partidos puedan recibir sabrosas subvenciones. Los acontecimientos sucedidos desde entonces, me han demostrado que estaba en lo cierto.
Cómo, si no, se puede entender que, incluso entre los aparentes socios ideológicos, se hayan estado dado de "navajazos" durante la campaña siguiente para elegir ayuntamientos y presidentes de comunidades, donde se han denigrado entre sí, jurando que eran indignos de confianza, que eran de tendencias extremas con las que no podrían llegar a acuerdos, que eran traidores, que cada uno tenían sus principios que no podían ensuciar llegando a acuerdos con los otros. Insisto que esto pasaba entre los mismos que se llamaban socios. ¡Ah! todo esto, claro, hasta que, después de las votaciones, hicieron las cuentas y volvió a salir a la luz, la famosa frase de Groucho: Estos son mis principios, pero, si no nos interesa aplicarlos, tenemos otros. En cuanto aparece el poder al alcance de la mano, se allanan todas las dificultades, se cambian todos los principios, y se llegan a cuerdos que, una semana antes, eran imposibles. Como ha dicho uno de esos dirigentes "Una cosa es lo que se dice durante una campaña, o en un mitin,y otra, lo que es necesario para alcanzar el poder". Me parece bien, pero, después, que no nos pidan que creamos en ellos y que les votemos.
Y, lo peor, es que esto no acaba aquí. Vamos a sufrir todo este juego, hasta que el Parlamento elija al próximo Presidente de Gobierno.
Decididamente, los españoles no somos demócratas; y quien menos, la clase política de que disfrutamos. Cada día que pasa, soy menos optimista en que, el odio que, hacia los otros, destilan sus declaraciones, acabe en algún siglo de estos. Viven, precisamente, de alentarlo.
Desde hacía bastante tiempo, había llegado a la conclusión de que estos señores no están en este circo para hacer política, sino para vivir de la política, para medrar en la política. En mi humilde opinión, son personas que entran en los partidos para medrar en ellos y hacer méritos para ir ascendiendo en en el escalafón hasta lograr entrar en el mejor lugar posible en las listas electorales y lograr, así, el objetivo propuesto ¡alcanzar el poder! No hay otra cosa. ¡Alcanzar el poder! para ellos y sus partidos. Para nada más. Solo ¡el poder por el poder? y disfrutar de un "sueldito" muy "apañao", y hacer que sus partidos puedan recibir sabrosas subvenciones. Los acontecimientos sucedidos desde entonces, me han demostrado que estaba en lo cierto.
Cómo, si no, se puede entender que, incluso entre los aparentes socios ideológicos, se hayan estado dado de "navajazos" durante la campaña siguiente para elegir ayuntamientos y presidentes de comunidades, donde se han denigrado entre sí, jurando que eran indignos de confianza, que eran de tendencias extremas con las que no podrían llegar a acuerdos, que eran traidores, que cada uno tenían sus principios que no podían ensuciar llegando a acuerdos con los otros. Insisto que esto pasaba entre los mismos que se llamaban socios. ¡Ah! todo esto, claro, hasta que, después de las votaciones, hicieron las cuentas y volvió a salir a la luz, la famosa frase de Groucho: Estos son mis principios, pero, si no nos interesa aplicarlos, tenemos otros. En cuanto aparece el poder al alcance de la mano, se allanan todas las dificultades, se cambian todos los principios, y se llegan a cuerdos que, una semana antes, eran imposibles. Como ha dicho uno de esos dirigentes "Una cosa es lo que se dice durante una campaña, o en un mitin,y otra, lo que es necesario para alcanzar el poder". Me parece bien, pero, después, que no nos pidan que creamos en ellos y que les votemos.
Y, lo peor, es que esto no acaba aquí. Vamos a sufrir todo este juego, hasta que el Parlamento elija al próximo Presidente de Gobierno.
Decididamente, los españoles no somos demócratas; y quien menos, la clase política de que disfrutamos. Cada día que pasa, soy menos optimista en que, el odio que, hacia los otros, destilan sus declaraciones, acabe en algún siglo de estos. Viven, precisamente, de alentarlo.
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