domingo, 17 de enero de 2021

El hastío

Esta semana hemos sabido de la renuncia del periodista Iñaki Gabilondo a seguir haciendo su diario comentario en la SER a las 8:30 de cada mañana, justificándolo por el hastío y el cansancio que produce la aparente inutilidad de esa tarea. Lo entiendo absolutamente ya que, salvando las distancias, naturalmente, el hecho de hacer, aunque sea semanalmente, un comentario sobre los acontecimientos que nos abruman, como yo trato de hacer, me produce la misma sensación. 

Por mucho que se sucedan los acontecimientos, el último la gran nevada sobre Madrid, además de otros lugares del centro de España, hay algo que no se modifica, a no ser para evidenciarla: la nefasta actitud de nuestros "políticos" y su contumacia en utilizar cada hecho para atacar, vilipendiar, agredir, responsabilizar, etc, etc, a los otros. Ante cada hecho; sea éste natural o provocado, su reacción es siempre la misma. Esta situación se viene produciendo, sistemáticamente, desde que, al inicio de la pandemia, comencé mis comentarios. 

En realidad, no me puedo dar por sorprendido, ya que, después de las primeras elecciones generales del pasado año, ya escribí un comentario en el decía que: "lamentaba tener que confesar que no había acudido a las urnas, porque ninguno de los cinco candidatos de los principales partidos que se presentaban a los comicios me ofrecían la más mínima con fianza" y, a continuación, desarrollaba el por qué de mi decisión. Dado su comportamiento y actitudes, creo que no me equivoqué en mis apreciaciones. 

El último suceso, la gran nevada sobre Madrid, ha sido, y sigue siendo, un  ejemplo de la falta de valentía para reconocer nuestras carencias y la sobra de "caradura" a la hora de darse autobombo por parte de nuestros "políticos". El hecho de que, una semana más tarde de la nevada, el primer aeropuerto del país sigua sin  poder dar un servicio total, que las basuras de muchos lugares de la capital siga sin recogerse, y que muchas calles sigan siendo impracticables para los viandantes, son muestra de ello.

                       ¡¡EN FIN, POR SI SE NOS HABÍA OLVIDADO, EL INVIERNO EXIXTE!!



 

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