Seguimos en primavera

Un hecho inesperado, un problema desconocido, ha puesto todo patas arriba dejando al descubierto  las deficiencias del sistema y, ante el desastre, unos tratan de enfrentar la situación dando, en muchas ocasiones, palos de ciego; todos tratan de escurrir el bulto echando la responsabilidad sobre los demás; algunos, los más listos, diciendo lo que habría que haber hecho, cómo y cuándo y todos discutiendo sobre galgos o podencos sin, querer ponerse de acuerdo sobre las posibles soluciones. Es más, el objetivo, parece ser, es tratar de destruirse entre si.

Para terminar de complicar las cosas, al antiguo árbitro, que había abandonado el partido hace tiempo, lesionado, lo han sacado de nuevo al campo de juego, dejando a su sustituto ante un marrón del que no se sabe cómo va a salir... ¡PAÍS!

                                   
                                   ¡¡PERO SEGUIMOS EN PRIMAVERA!!