Casi
todas las noches, la señora Rafaela, la vecina que vive en la terraza, baja a
darle un poco de conversación a mi madre. Hipólito, su marido, se acuesta
temprano porque tiene que madrugar mucho, como es vigilante del servicio de
recogida de basuras, tiene que estar en los garajes de salida de los camiones
ordenando los equipos. Las dos se toman, mientras charlan, unos vasos de tila,
con miel y limón, dicen que para dormir mejor, aunque a mi madre no parece que
le haga mucho efecto. Cuando se marcha a su casa, Rafaela se despide de mí y
siempre me recuerda que, cuando nací, ella fue la primera que me tuvo en sus
brazos.
Por fin se está poniendo fin al conflicto en el Sahara
español. Ha habido una alianza entre Francia y España y las tropas
franco-españolas han lanzado una ofensiva que ha derrotado al Ejército de
Liberación Sahariano. El poder aéreo de
los europeos ha estado compuesto por una escuadra de ciento treinta aviones
(sesenta españoles y setenta franceses) y sobre el terreno se han desplegado
nueve mil soldados españoles y cinco mil franceses; el teniente general López
Valencia, capitán general de Canarias, ha comandado las fuerzas españolas. En
dos semanas se han recuperado todos los reductos marroquíes, incluyendo Edchera,
Tafurdat y Smara; el llamado ejército de liberación ha sufrido muchas bajas y
ha abandonado gran cantidad de material en los reductos montañosos.
Los americanos han puesto en órbita su primer satélite
artificial lanzado desde Cabo Cañaveral, el Explorer I. De nuevo hay discusión
sobre la supremacía de la UU.RR.SS.SS. o de los EE.UU., en la carrera espacial.
En el fondo, ambas naciones se están aprovechando de los científicos alemanes
que se llevaron a sus países cuando la Alemania nazi perdió la guerra. Era
Alemania quien había desarrollado la tecnología balística que les permitió
lanzar los V-2 contra los países aliados. Los rusos se llevaron a Fiedrich
Tsander con su equipo de científicos que, mas tarde, traspasó sus conocimientos
al ruso Serguei Korolyov, cabeza visible de los rusos en la carrera espacial.
Los americanos se quedaron con Wernher Von Braun que, con quinientos
colaboradores, se trasladó a los Estados Unidos para poner sus conocimientos de
balística al servicio de la carrera espacial. Cada día me interesa más este
tema.
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