domingo, 28 de diciembre de 2014

El chico de la hamaca (LIX)

A mi madre le pasa todo lo contrario; se encuentra mal y tiene que estar en la cama. Tiene fiebre, escalofríos, sudores, no duerme y no puede levantarse. El médico dice que es la “gripe asiática”,  parece que hay una gran epidemia por todo el mundo.
Todo se desorganiza y la tía María y la tía Quiteria vienen por turnos a resolver la situación hasta que mi madre mejore. Hacen la compra, la comida y arreglan la casa, pero pocas veces a gusto de mi madre que sigue queriendo controlarlo todo; parece que nadie sabe hacer las cosas como ella. La tía Pepa, como tiene que atender la papelería, sólo viene los domingos.

Todo el mundo tiene miedo por si yo cojo la gripe. Mis tías han propuesto a mi madre que me vaya a su casa, pero ella se ha echado a llorar y ha dicho que no. Creo que piensa en la muerte de mi padre y no quiere que yo me vaya.

Las cosas se complican cada vez más. Día a día el dinero desaparece. El coste de los médicos, las medicinas y la falta de ingresos lo van consiguiendo ¡No sé hasta cuándo va a durar esta situación! No solo es la gripe, asiática o no, es el agotamiento que me producen las noches sin dormir, dando vueltas y vueltas a la cabeza, viendo que mi hijo no mejora, tratando de llegar a todo y sin ver la  solución al problema ¡Hasta cuándo voy a poder soportarlo! ¡Ahora, además, no puedo atender a mi hijo y tengo que depender de los demás! ¿Qué va a ser de él si a mí me pasa algo?

En el protectorado español del Sahara están sucediendo cosas. Tropas marroquíes han atacado algunos puestos militares españoles y han muerto algunos soldados. En la radio, “La voz de Madrid” da noticias del conflicto y  procura establecer la comunicación entre los soldados y sus familias. Por primera vez entra en acción una bandera paracaidista y España, tiene que utilizar viejos aviones Junker y Heinker para estas operaciones a causa del veto del gobierno de los Estados Unidos, que también es aliado de Marruecos, a que España use armamento americano en estas operaciones por considerar que es “una guerra colonial”. Oficialmente solo se habla de “incidentes”


Al mismo tiempo, otra noticia ocupa los informativos en la radio. Los soviéticos han lanzado un satélite artificial, el Sputnik y explotan con fines propagandísticos la ventaja tecnológica que toman sobre sus principales enemigos en la guerra fría, los estadounidenses, para llevar a la conclusión de las ventajas que tiene su filosofía política y económica. Esta idea se afianza más cuando unos días más tarde, los soviéticos lanzan un segundo satélite, el Sputnik II, con la perra Laika a bordo. Esta situación afecta la moral del pueblo americano que pensaba estar por delante de los soviéticos en todos los campos. El presidente Eisenhower decide aumentar las inversiones en  investigación espacial. Aunque se teme que esta carrera se utilice con fines armamentistas, los primeros satélites tienen fines científicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario