Por otro lado, los
acontecimientos que se sucedían en Francia y Argentina ocupaban la radio de
aquel verano.
En Argelia, el FLN,
encabezado por Ben Bella, recrudeció la rebelión en el área de Constantinopla y
el gobierno de Mendes France no
podía, después de la pérdida de Indochina, aceptar la rebelión argelina.
Francia había declarado a Argelia parte de la Metrópoli y la represión del
ejército francés fue muy dura produciéndose muchas bajas en ambos bandos.
Durante, y en los años
inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial, Argentina se había
convertido en un país próspero gracias a su ingente producción de productos
alimenticios, tan necesarios en aquella situación. La gente en España recordaba
el apoyo recibido del pueblo argentino en los momentos más duros del
racionamiento, cuando el resto del mundo, como consecuencia de la decisión de
la ONU, había decidido aislar, económica y políticamente a España y la carne y
el trigo argentinos, habían sido de gran ayuda.
La figura de Eva Duarte,
esposa de Perón y su musa política, era muy querida para el pueblo español y se
había recibido con gran pesar la noticia de su fallecimiento, víctima de un
cáncer. Eva Duarte se había convertido en el mejor apoyo del régimen del
General Perón dentro de Argentina y el pueblo la adoraba. Supongo que había una
gran cantidad de demagogia en la relación pero, en cualquier caso, la atracción
que ejerció sobre las clases populares fue extraordinaria. Su muerte, precipitó
la decadencia del régimen de Juan Domingo Perón que no supo gestionar los años
de abundancia. Durante el verano, las presiones de los militares hicieron
imposible su continuidad y, en septiembre, Perón tuvo que abandonar Argentina y
vivió en España hasta que, muchos años después, pudo volver a su país; esta
vez, acompañado de su nueva mujer: Isabelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario