viernes, 1 de febrero de 2013

La sonrisa que siempre le acompañó


El bombardeo acabó con él, pero no mató su sonrisa. Era el chico más alegre e idealista del grupo. Sus extraños ojos claros, limpios de rencor, siempre miraban al futuro. Se negaba a creer que no hubiera esperanza. Nunca veía enemigos. Aunque los ocupantes coartasen su libertad con muros inaccesibles. Aunque le prohibiesen la educación destruyendo intencionadamente las escuelas. Aunque le negasen la posibilidad de un trabajo digno con las leyes injustas impuestas a su país.
Trataba de tener amigos en ambas partes, aunque esto le acarrease problemas. Siempre luchó por la paz, hasta aquella aciaga tarde en que quedó mirando al cielo con aquella sonrisa que siempre le acompañó.   

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