domingo, 10 de octubre de 2021

Los Volcanes III

Desafortunadamente, la erupción volcánica de la isla de La Palma continua y nadie puede predecir hasta cuando durará. Las consecuencias negativas para personas y bienes siguen, por consiguiente, aumentando. Las instituciones ya está poniendo en marcha medidas paliativas, así como algunas iniciativas particulares que, desgraciadamente, por mucho que se haga en este sentido, nunca serán suficientes. Esperemos que, en el futuro, esta manifestación de la Naturaleza que tanto daño está haciendo, también pueda traer consecuencias positivas.

También se están poniendo de manifiesto otras erupciones no volcánicas. Una de ellas viene como consecuencia de nuestro sistema económico en general y de fabricación, en particular. El llamado sistema de fabricación y logística denominado como de "Just in time", depende, absoluta e imprescindiblemente de que la logística funcione como la seda y, al parecer, en este momento no está siendo así.

Una manifestación, esta un tanto particular, es la falta de transportistas en el Reino Unido de la Gran Bretaña; lo que hace que muchas gasolineras estén sin sus productos y que muchas estanterías de supermercados, también lo estén. Hay preocupación con lo que pueda pasar en las próximas fiestas de Navidad.

Pero este problema es, y será, mucho más general debido a la saturación del sistema del transporte marítimo. Como consecuencia de la pandemia del coronavirus, muchas compañías navieras han dado en quiebra, han sido absorbidas, etc., lo que ha llevado a una concentración excesiva de las mismas, y como consecuencia de la disminución de demanda de esos transportes en ese periodo, se han perdido medios y mano de obra. Parece que el personal de estibación en los puertos ha sido diezmado por la misma pandemia y los barcos, además de no ser suficientes, están esperando largos días para ser vaciados y cargados de/con las correspondientes mercancías. Este mismo problema, de rebote, se está produciendo en el uso de contenedores. Si consideramos que el 80 o 90% del transporte mundial se hace por vía marítima, nos podemos hacer una idea de la importancia del problema ya que el riesgo de desabastecimiento de algunos/muchos productos pueda ser una realidad a corto plazo en la mayoría de los países, por supuesto de los industrializados. El "Just in time" es un sistema muy eficaz en el ahorro de costes de almacenaje, pero cuando la logística falla, se hace insostenible.

Ya desde hace algún tiempo se viene hablando de la falta de chips para automoción y ese problema se extenderá a otros elementos, más o menos indispensables, para ese u otros sectores. En la construcción, productos de aluminio, cristal o compuestos del cobre, han aumentando mucho su precio a lo largo del año, lo que está parando o retrasando proyectos relacionados con la utilización de estos elementos, en un momento en que se debería relanzar la economía.

Consecuencias: los precios de las operaciones de transporte marítimo se están multiplicando por 10, los componentes o productos terminados no están llegando a tiempo y, además, lo hacen  a un precio muy superior. En estas condiciones, en algunas actividades se están haciendo presupuestos con validez de no más de dos semanas, debido al aumento constante de los precios de los productos. A todo esto, hay que añadirle el aumento de los costes de la energía.

Ya sufrimos por el fallo del sistema al comienzo de la pandemia por la falta de mascarillas, guantes, respiradores, etc,.. En ese caso fue por la dependencia creada por haber externalizado la fabricación de estos elementos en otros países; por ejemplo, China. Si esta situación no se revierte a corto plazo ¿Sería necesario replantearse la modificación del modelo? ¿Habría que volver a modelos de economía más autárticos, que permitiesen acercar, geográficamente al menos, los procesos de fabricación entre si? 

No parece que fuese éste el ideal, tiene sus inconvenientes, pero también las ventajas en el ahorro de consumo de energías, aunque reducirían el empleo de ciertos sistemas de transporte, con el consiguiente daño a las compañías que se dedican a ello. En fin, difícil solución de un problema que, quizás, requiriese que nos replanteemos nuestro modelo de sociedad.

Otra erupción reciente, es el reto que Polonia ha planteado a la U,E, ¿Las leyes de la Unión deben de prevalecer sobre las de cada país que la componen? De acuerdo con las leyes de constitución de la Unión, así debería de ser. Cada país miembro lo acepta en el momento que pide la entrada en ella. Nadie quiere perder las ventajas que reporta  la pertenencia y aceptamos ese asunto, quizás pensando que no se va a dar la situación en que ya no nos parezca tan bonita, pero...las situaciones llegan y ahora se plantea una. Ya hemos visto la solución dada en la Gran Bretaña ¿Seguirá Polonia el mismo camino?

                                        ¡¡EN FIN, EL INVIERNO SE PRESENTA MUY FRÍO!!




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