lunes, 6 de julio de 2015

El golpista




Una imagen similar a ésta, vista en una pantalla de televisión, desde la habitación de un  hotel de Caracas, me proporcionó una visión de la realidad que, hasta entonces, no había sospechado. Se producía en medio de un intento de golpe de estado, durante el cual, los guardianes del retén de Catia, al parecer, abrieron las puertas de las celdas diciendo a los reclusos que quedaban libres. Una vez éstos fuera, abrieron fuego contra ellos aplicando la ley de fugas. Un número indeterminados de reclusos murieron en la refriega, y el resto, volvieron a las celdas desde las que, blandiendo armas blancas a través de las ventanas, gritaban a la gente de fuera lo que estaba pasando dentro de la prisión.


Los familiares de los reclusos, se agolpaban a la puerta del retén, pidiendo noticias sobre lo que pasaba dentro. Solo recibían el cinismo de los guardias, al otro lado de la verja, diciéndoles que, dentro, todo estaba en orden. Que no pasaba nada.

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