― Le contrataremos como
free-lance. Nos interesan personas emprendedoras como usted, con ideas de
futuro como las que nos ha expuesto. Las condiciones de salario son excelentes,
pero los proyectos que desarrolle quedarán propiedad de la compañía.
Investigaciones sobre grafeno, energías renovables, inteligencia artificial,
materiales programables, aprendizaje adaptativo y computación cognitiva son de
nuestro interés y coinciden con algunas de sus propuestas. Si acepta las condiciones,
en una siguiente reunión decidiremos sobre el campo en que empezará a
desarrollar su trabajo.
Mientras Mr. Brown me
decía todo esto como recitando una fórmula, yo trataba de identificar su acento.
Parecía ser del sur de los Estados unidos, la central de la compañía estaba
ubicada en Atlanta ― Georgia ―, y el acento se podía asociar con esa zona.
Abandoné ese detalle
para centrarme en las malditas condiciones que me estaba imponiendo. No me
gustaba nada el tener que renunciar a los éxitos que pudieran tener mis
investigaciones. Mi nombre no aparecería en aquellos avances que pudiera
lograr, pero, por otra parte, la compañía pondría a mi disposición medios para
alcanzarlos, que, de otra manera, no podría obtener. “Es el sino de los
tiempos” ― me dije ―, incluso, ya hay un nombre para esta especie de esclavitud
moderna: “Intraemprendedor”.
― De acuerdo Mr. Brown, la semana próxima
empezaré a trabajar para ustedes― le dije.
― Excelente Sr. Ramos ―
dijo Mr. Brown mientras se levantaba del sillón para darme su mano ―, espero que
tenga usted un gran éxito en nuestra compañía. La semana próxima tendrá un
despacho esperándole. Pregunte por mi secretaria, Pat, cuando llegue. Ella se
encargará de todo.
Los siguientes días los
dediqué a profundizar mi conocimiento sobre la compañía a la que iba a dedicar
todos mis esfuerzos y una buena parte de mi vida: The Projects Corporation S.A.
era una gran multinacional con varias divisiones dedicadas a la investigación
de tecnologías punta. No tenía claro en cuál de ellas pensaba Mr.Brown cuando
dijo aquello de “decidiremos sobre el campo en que empezará a desarrollar su
trabajo”. ¿Decidiremos quiénes? ¿Ellos? ¿Me dejarán intervenir en la decisión?
Tendría que llevar bien estudiada mi estrategia para la próxima cita. Dentro de
los temas de los que habíamos hablado, yo también tenía mis preferencias, mis
intereses…He dedicado mucho tiempo a estudiar sobre Inteligencia artificial, también
sobre materiales avanzados diferentes de los conocidos actualmente, a
materiales biocompatibles de aplicación en medicina…
Creo que, en la
compañía, se están iniciando investigaciones en otras líneas que me podrían
interesar, como materiales programables con los que construir nano-robots reconfigurables,
cátomos diseñados para formar mecanismos o máquinas a gran escala, computadoras
sub-milimétricas capaces de moverse, comunicarse y conectarse
electrostáticamente a otras computadoras para formar nuevos objetos. Los
objetos hechos con cátomos, podrán transformarse en casi cualquier otro objeto.
Los campos de investigación son casi infinitos…
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