domingo, 17 de marzo de 2013

La Niña


Nadie hubiera sabido decir su nombre. Iba de pueblo en pueblo; llegaba a cualquier lugar donde hubiese una celebración, con su sonrisa dulce, su hatillo a la espalda y el amor en sus ojos; tenía un sexto sentido para saber cuándo y dónde sucedería algo extraordinario.
Cuando aparecía todos la llamaban ─ ¡Niña, ven! Y ella se acercaba y reía y cantaba y aceptaba las chucherías y desaparecía. 
Un día, en medio de la fiesta, alguien dijo  ─ No ha venido la Niña. Todos se miraron, la música  calló y supieron que ya no volverían a ver su sonrisa dulce y el amor en sus ojos.

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