… Más adelante, me dijeron que la presentación en la Casa del libro no era conveniente hacerla en los meses de verano; estuve de acuerdo, me propusieron hacerla en noviembre y que les diera fechas. Les planteé algunas, pero..., no volví a recibir más noticias sobre el tema hasta el 16/02/23 donde me ofrecían un sábado por la mañana, que raro...; sin haber dado ninguna respuesta a la propuesta por mí parte, el 17/2/23, recibí un nuevo correo aclarando que los sábados solo hacían firmas, no presentaciones, y preguntando si prefería la presentación o la firma, mi respuesta, el mismo día 17, fue que prefería la presentación y el 20/2/23, me respondieron que lo negociarían... Nunca más recibí una respuesta. La única presentación que me ofrecieron y se cumplió, fue una, colectiva, el 20/11/22, en un café restaurante de los extrarradios de Madrid, un domingo por la tarde.
Para resumir, les diré que tras dos años de reclamar esos servicios y otros que tampoco llegaban, como el booktrailer (que finalmente se hizo) otros nunca llegaron como el Rollup. Era claro, si no había presentaciones, para qué hacía falta el Rollup?
En los dos años siguientes, estamos ya en junio del 2024, después de incontables correos intercambiados con las diferentes personas que fueron apareciendo, como agentes literarios, por la editorial y viendo que, ni la presentación en Casa del libro, ni la firma en la Feria del libro de Madrid, iban a tener lugar nunca, decidí interponer una demanda ante el juzgado de primera instancia de El Ejido por incumplimiento de contrato.
El resultado ha sido deprimente, solo ha sido aceptada parcialmente y, como consecuencia, la editorial ha dado por roto el contrato, pero ¿Quién tiene derecho a la gestión de las posibles ventas del libro, por ejemplo, en Amazon?
Esa es la pelea en la que estoy inmerso en este momento…
La historia terminará en el próximo capítulo del relato
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