domingo, 31 de mayo de 2015

Lo que nunca te dije

A mí vuelta al hotel me encontré con Jack, como su avión sale más o menos a la misma hora que el mío, fuimos juntos al aeropuerto. Le conté que pude ver la exposición de Rembrandt y lanzó algunos improperios contra el recepcionista que nos había atendido la noche anterior y su falta de colaboración al no querer ver que otras alternativas había para la visita al museo. Jack, sí parece ser un verdadero aficionado a la pintura.
En la sala de espera del aeropuerto me dijo que le gustaría presentarme a su actual mujer. Antes de casarse con él, había estado algunos años en una misión en Bolivia y hablaba bien el español. Me hizo algunos comentarios que no me gustaron sobre la colonización de América del Sur por España, supongo que basado en informaciones que le hubiese dado su mujer sobre el tema. Le dije, que ellos tampoco lo habían hecho muy bien con los indios aborígenes en los Estados Unidos; que habían acabado con casi todos ellos para, al final, confinar a los pocos que quedaron en reservas. España nunca llevó a los aborígenes sudamericanos a esa situación.

Llegó la hora de embarcar y nos despedimos. Como te dije, me ha parecido un buen tipo y espero tener la oportunidad de volver a verle.